miércoles, 16 de febrero de 2011

INTERPOL incrimina a MURILLO


Muy caro le salió a la escritora hispano-costarricense Catalina Murillo su ardid promocional para vender por segunda vez una novela hace ya años publicada. La desesperada autora aparentemente inventó que su novela había sido “pirateada y encima retocada” con unos capítulos de contenido sexual explícito. La artimaña logró que hordas de costarricenses (uno de los pueblos menos lectores del planeta, según estimaciones de la Unesco) se lanzaran a comprar el dichoso libro, colapsando al menos la única librería de Hojancha y las principales vías de acceso a San José. Este comportamiento anómalo de los analfabetas puso sobre la pista a las autoridades.
No contaba Murillo, además, con el doble filo de su doble nacionalidad. La ministra de Cultura de España, Ángeles González-Sinde, abanderada de la lucha antipiratería en ese país, vio aquí la oportunidad de poner en marcha un operativo de carácter internacional. A petición suya, miembros de la Interpol se presentaron en Costa Rica para determinar si se trataba de un caso de autoplagio, piratería o falsificación ideológica, y cuál no sería su sorpresa cuando descubrieron que se trataba de los tres delitos a la vez. Encima interceptaron a la propia Murillo en una conocida playa del Caribe, mientras vendía la obra adulterada sobre una manta.
También a la ministra le ha salido el libro por la culata, y tanto operativo y afán de justicia ha servido para destapar una mafia ibérica que se dedica a la antipiratería o “crimen desorganizado”, como observó Neil Chomsky (el jocoso primo del distinguido Noam Chomsky), amigo personal de la escritora. “Luchar contra la piratería es la forma elegante de ser pirata a secas, aunque el cinismo los obligue siempre a brindar al final de las presentaciones”, acotó el ilustre jurista y bartender, quien ya lidera una campaña internacional a favor de la piratería.
Murillo permanece a las órdenes del Ministerio Publico de Costa Rica, quien pidió seis meses de prisión preventiva mientras se le investiga por los delitos de desacato, escándalo público (ver nota aparte) y suplantación de la propia identidad. El juez Baltazar Garzón y la ministra Ángeles González-Sinde se reunirán la próxima semana con autoridades costarricenses para determinar si cabe la extradición de la imputada, quien ya de por sí no cabe en la celda en la que fue encerrada junto a sus manuscritos.



domingo, 13 de febrero de 2011

ENCIMA DE PIRATEADA, RETOCADA

La noche de anoche, en las inmediaciones de Hojancha, la Guardia Civil detuvo dos toyotonas sin placas que merodeaban sin rumbo. Cuál no sería la sorpresa de los efectivos cuando, al registrar los vehículos en busca de sustancias sospechosas, hallaron un cargamento de libros de autora nacional. Al investigar el asunto, y tras una breve indagación, determinaron que se trataba de una edición no autorizada de la novela Marzo Todopoderoso, de la señora Catalina Murillo, quien fue notifiada del suceso en horas de la madrugada.
Escandalizada, la susodicha se aprestó a tomar un vuelo irregular de la compañía Samsa para declarar ante la Fiscalía de Delitos contra la Propiedad Intelectual de Hojancha. Al revisar uno de los ejemplares pirateados, Murillo confirmó que se trataba de la obra de su autoría. No obstante, leyendo con más detenimiento su propia novela, decubrió que habían sido incluidos varios capítulos de fuerte contenido erótico, de los que ella no se hace responsable y en los que no reconoce su participación bajo ningún concepto. Al parecer, el "editor" pirata consideró oportuno meter algunas escenas de su propia cosecha, que ya espera para ser destruida en los sótanos del Organismo de Investigación Judicial, según el protocolo de la Fiscalía.
Algunos ejemplares de esta obra plagiada y retocada se pueden encontrar aún en las librerías del país. Se ruega a la ciudadanía y a la gente en general dar parte de cualquier irregularidad que se salga de las estanterías.
 portada del libro incautado por las autoridades competentes